Una banda de ladrones tiene en jaque a la ciudad y más aun a la policía, cuyo jefe apremia a su cuerpo para que los capturen en 48 horas. Mientras, miembros de la banda se reúnen en un café regentado por una viuda y su hija cuyo pretendiente, el Chato, mantiene una riña con los ladrones acabando todos en comisaría. Desde ese momento, el Chato será miembro del cuerpo de policía para misiones especiales.