La brutal paliza de Theis Birk Larsen a Rama es interrumpida por la policía y Theis es arrestado. Lund y Meyer vuelven a centrar su investigación en el coche usado por el asesino, sabiendo que si no hacen progresos podrían ser apartados del caso. Como se sabe que Rama ya no es un sospechoso, Hartmann relanza su campaña.