Gumball y Darwin escuchan al Sr. Robinson admitir que odia a los dos. En realidad, comienza a sentirse mal y, por sugerencia de su hijo Rocky, trata de encontrar una manera de reponerse con ellos. Gumball y Darwin aprenden que el problema reside en su corazón, quien les dice que odia los sentimientos que los obligan a tratar de enseñarle sobre el amor.