Ana, como agradecimiento, invita a sus padres a pasar un par de días en el parador donde pasaron su noche de bodas. Sin embargo, lo que en un principio va a ser un romántico fin de semana se convierte en un tormento. La pareja se da cuenta de la falta de comunicación que existe entre ellos después de tantos años de matrimonio. Un problema que se acentúa por la posición que cada uno ocupa en el Azcona. Tras hablarlo, Charo y Tomás deciden darse una nueva oportunidad.