Sango se encuentra bajo el poder del demonio salamandra que habitaba en el pergamino de la diosa Kannon, cuando Inuyasha logra derrotar al demonio y Miroku descubre como expulsar el ente maligno de las jóvenes de la aldea (pone un pergamino en su estómago y después les pega), éste se percata de que no está Sango, así que va a su rescate.